Somos muchos los que creemos que la agroindustria en la España vaciada es un motor para evitar este proceso social, que está provocando la paulatina despoblación del medio rural. La industria agroalimentaria, el sector que trabaja con los alimentos y productos del campo, es actualmente uno de los mejores recursos con los que cuenta el medio rural español para evitar la pérdida de población y, por tanto, frenar el proceso de la llamada ‘España vaciada’.
La preocupante despoblación rural está generando mucho debate y manifestaciones como la de la pasada primavera. Se trata de movilizaciones y reacciones sociales que están poniendo sobre la mesa la necesidad de tomar medidas para frenar un desequilibrio social que puede poner en peligro el futuro del medio rural y del propio campo.
¿Por qué es tan importante la agroindustria en la España vaciada?
Simplemente porque sin ella, la sociedad urbana se queda sin la mayoría de los bienes que consume. La agricultura sigue y seguirá siendo necesaria siempre y, establecida en pueblos y pequeñas localidades del medio rural, es uno de los motores más importante para mantenerlo vivo, para fijar la población al territorio, para que los jóvenes se queden a vivir en su pueblo porque en él pueden tener un trabajo con futuro y de calidad. La agroindustria en la España vaciada es una solución clara por enriquecer los territorios con empleo y, en consecuencia, con posibilidades de progreso, mejores servicios y más oportunidades de desarrollo. Es una actividad económica estable y continua que, por supuesto, puede y debe ser complementada con otros sectores como el del turismo -rural, natural o activo- y la gestión medioambiental.
Los datos de la España vaciada son alarmantes. Según las últimas noticias, uno de cada tres municipios ha perdido más del 25% de su población desde el año 2000. Es decir, o reaccionamos con un modelo donde la generación de empleo y riqueza permita el crecimiento del medio rural o éste está en serio riesgo y con ello también la sostenibilidad de todo el sistema productivo.
El compromiso de las empresas rurales
Para frenar esa tendencia, es fundamental el papel de las pequeñas y medianas empresas ubicadas en el medio rural, que aportan riqueza, generan empleo y dotan al territorio de recursos para fijar la población a los pequeños municipios. El compromiso con nuestra comunidad ha de ser una constante. Las empresas dedicadas a la agroindustria en particular y a las actividades ligadas a la agricultura y los entornos rurales en general tenemos que devolverle a nuestros pueblos y comarcas todo lo que nos brindan, que es mucho. Productos de calidad, un valioso medio ambiente y unas oportunidades de desarrollo que tenemos que saber gestionar de forma sostenible.
Las empresas que desarrollamos nuestro trabajo en el medio rural tenemos una enorme responsabilidad social que, si bien necesita de todo el apoyo de las administraciones y políticas públicas, no puede dejar de vertebrar cada uno de nuestros pasos. Ese es el futuro.
